- El arte aumenta nuestro nivel cultura. Esto nos da tema de conversación con otras personas y ayuda a relacionarnos y mejora nuestra posición ante la prueba de acceso a la universidad. Todo esto puede parecer importante, pero resulta vano y superficial frente a los demás beneficios que aporta el estudio de la historia del arte.
- Ayuda a identificar y comprender nuestros propios sentimientos y por ende a entendernos a nosotros mismos.
- Ayuda a empatizar con los sentimientos y situaciones del otro. Comprendemos mejor a los demás.
- Ayuda a racionalizar y verbalizar nuestras percepciones y sentimientos. Aumenta nuestra capacidad de racionalización y comunicación.
- Aumenta la interrelación entre ambos hemisferios de nuestro cerebro, el emocional y holístico con el racional y lineal. Con ello, nos convertimos en personas más completas y con mayores capacidades.
- Aprendemos a diferenciar el mundo de lo aparente y la precepción del mundo de lo real.
- Desarrollamos nuestro sentido crítico.
- Conocemos mejor como funciona la sociedad a través de sus creaciones y evolución a lo largo de la historia.
- Conocemos mejor el mundo que nos rodea gracias a conocer cómo ha llegado hasta aquí.
- Valoramos nuestro patrimonio y con este nuestra sociedad.
- Desarrollamos la capacidad e interconectar ideas y conceptos simples y complejos.
- Alcanzamos una comprensión más completa de la realidad al afrontar los problemas desde múltiples puntos de vista.
- Elevamos nuestro intelecto a través de la comprensión de fenómenos complejos como las creaciones artísticas.
- Elevamos nuestro espíritu a través de la contemplación y comprensión del arte y con ello mejoramos como personas.